Al acercarse semana santa, y la prohibición cristiana de comer carne, hace que los pescados, verduras y sobre todo de los postres, se conviertan en protagonistas indiscutibles en la cocina.
Es por esto que este extraordinario postre, eleborado a base de pan, leche, huevos, azúcar, canela y aceite, sea el paladín incuestionable de estas fiestas.
Se añade un poco de licor a la leche,que previamente a cocido con el azúcar.
El siguiente paso es remojarlas muy bien en la leche.
Untarlas en huevo.
Y por ultimo, se frien en abundante aceite, a una temperatura de unos 160 grados,hasta que se doren por las dos caras.
Y una vez fuera de la freidora, se espolvorean copiosamente,con una mezcla de azúcar y canela.
Las torrijas representan la vida y la muerte de Jesus, según el rito cristiano se produce la resurrección del pan muerto y de ahí la consideración de postre divino.
